Conocer el sexo del bebé en algunos casos es más que curiosidad. Normalmente esta información se obtiene en las ecografías que el ginecólogo realiza en la consulta para conocer la evolución del embarazo. Pero existen casos en que el sexo del feto es un dato que permitirá obtener información clave para el diagnóstico de una enfermedad genética ligada al género, como puede ser el caso de la hemofilia.
Hoy en día, existe un test que se realiza mediante una analítica de sangre, una técnica no invasiva, que no pone en riesgo al feto y con un alto índice de fiabilidad que permite saber si el bebé es niño o niña a las ocho semanas de gestación.
La detección del sexo fetal en sangre materna se realiza a partir del ADN del feto que se encuentra en pequeñas cantidades en la sangre de la mujer embarazada.
Utilizamos técnicas muy avanzadas que se basan en la detección de la secuencia del gen SRY que solo se presenta cuando el sexo fetal es masculino. De modo que resultado negativo indica un sexo femenino y resultado positivo indica sexo masculino. La fiabilidad de esta prueba es del 98% a partir de la octava semana de gestación y de un 100% a partir de las doce semanas de gestación.
La prueba de realiza por triplicado( la muestra se repite 3 veces). Para dar un resultado como concluyente en las tres repeticiones se debe obtener el mismo resultado.
Lo interesante de esta prueba es que se puede detectar el sexo muy precozmente, además de no acarrear riesgo ni para el bebe ni para la madre.
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