Con motivo de la reunión número 66 del Comité regional de la OMS (Organización Mundial de la Salud), se ha presentado el último informe “Salud de la Mujer y el Bienestar en Europa”.
Este nuevo informe, titulado “Salud de la mujer y el bienestar en Europa, más allá de la ventaja de la mortalidad”, se presentó el pasado 15 de septiembre. Mostró el impacto de género, es decir, la importancia de las desigualdades que sufren las mujeres. Diferentes variables sociales, económicas y ambientales no son invisibles al hecho de pertenecer al género femenino.
La OMS recuerda a los sistemas sanitarios de los diferentes países que armonicen su funcionamiento para que sea adecuado y responda a las necesidades de la salud diferenciales del género femenino.
La principal demanda es que los sistemas de salud respondan a las necesidades de todas las mujeres, intentando establecer un marco de referencia europeo.
Dicho informe, pertenece a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (la parte de salud dentro de la Estrategia 2020) y abarca el periodo 2017-2021. Su objetivo es apoyar a los países miembro en su compromiso para mejorar una salud sostenible, especialmente en las mujeres.
En este caso, se ha incidido especialmente en determinar qué factores sociales, ambientales y económicos pueden influir en que las mujeres tengan peor salud. Hay referencias al empoderamiento femenino y su participación política. También se centra en la discriminación por razón de género y los estereotipos de género.
Especialmente interesante es el capítulo 3, sobre el impacto de la discriminación en la salud de las mujeres y su bienestar. Se define la salud sexual vinculándola con los derechos sexuales y/o reproductivos. Así, va describiendo ciertas prácticas que amenazan la salud sexual y reproductiva de las mujeres, mermando su bienestar en general. Por nombrar algunas, denuncia los fenómenos del matrimonio infantil, la discriminación por razón de género, identidad u orientación sexual, la violencia obstétrica y la violencia sexual.
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