La preclamsia es una complicación médica como consecuensia del embarazo que afecta al 8,5 %de los embarazos, después de la semana 20 de embarazo. Sus síntomas, en caso de una preeclamsia suave, son hipertensión arterial y proteína en la orina; en casos más severos, puede ir acompañado de dolores de cabeza, dolor en el lado derecho del abdomen, visión borrosa, fatiga, náuseas y vómitos.
Existen factores, que aumentan el riesgo de que se den síntomas, Así en mujeres obesas, en las mamás primerizas, en embarazos multíples, o en mujeres con antescedentes de madres o hermanas que la hayan padecido.
Su detección se realiza a través de los correspondientes chequeos prentatales del ginecólogo quien en caso de preeclamsia leve le mandará reposo, consumir menos sal, beber agua a menudo, e incluir más proteínas en su dieta. En el caso de preeclamsia grave, el médico posiblemente tratará la hipertensión con medicamentos y le mandará aumentar reposo en la cama.
Si la preclamsia no se trata a tiempo, pueden darse complicaciones más serias para la futura mamá, como insuficiencia hepática o renal, así como problemas cardiovasculares, y en casos más graves, convulsiones.
En cuanto al bebé, puede ocurrir que la placenta no reciba suficiente sangre, con la consecuencia de que el bebé reciba menos oxígeno y alimento, y nacer con poco peso.Por eso es importante su detección a temprana.
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