Los que están en contra de vacunar a las adolescentes contra el virus del papiloma, suelen argumentar que ello puede llevar a un inicio temprano de la actividad sexual o a prácticas sexuales de riesgos, al creerse más protegidas.
Sin embargo, ya hace unos años un estudio en Pediatrics señalaba que la vacuna no alteraba el compartamiento sexual de quien la recibe. Y un trabajo que se acaba de publicar en Jama Internal Medicine llega a la misma conclusión, al señalar que la vacuna no implica una vida sexual poco segura.
Según los resultados de este último estudio, llevado a cabo en chicas entre 12 y 18 años, "la vacuna frente al virus del papiloma no se asociaba con un incremento en las enfermedades de transmisión sexual" lo que debe servir para que médicos, padres y responsables políticos comprendad que la vacunación no tiene relación alguna en las prácticas sexuales poco seguras.
Para Modesto Rey, portavoz de la Sociedad Española de Contracepción, esto viene a corroborrar que no existe una relación directa entre vacunación y el riesgo de enfermedades de transmisión sexual, y subraya que "la educación sexual es la única prevención primaria que realmente funciona".
En cuanto a la vacunación contra el papiloma en España, existen diferencias, según señala. Así en Andalucia, la tasa de vacunación apenas llega al 50 %, mientras en otras comunidades, como Castilla y León, supera el 80% que es el porcentaje que se considera eficaz en lo que se refiere a salud pública. Esto pone de manifiesto, a su juicio, que aun siendo gratuita la vacuna en todo el país, en algunas regiones, no son adecuados los niveles de información y aplicación.
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