Cuidado con las infecciones vaginales este verano, aprende a identificarlas. Representan un problema de salud muy frecuente en las mujeres y uno de los principales motivos de consulta ginecológicos.
Vulvovaginitis: Inflamación de la vulva o de la vagina. En general, no reviste gravedad aunque puede resultar molesta para la mujer. Se clasifican en tres grandes grupos, según cual sea su causa:
- Vulvovaginitis candidiásica: está causada por hongos, y su principal síntoma es un picor intenso en la vulva, acompañado de un aumento del flujo vaginal. Se trata mediante la aplicación de óvulos o, en los casos recurrentes, mediante vía oral .
- Vulvovaginitis por trichomonas: infección de transmisión sexual producida por el protozoo Trichomonas vaginalis; sus síntomas son similares a la del caso anterior y su tratamiento es siempre con un antibiótico, el metronidazol, siendo necesario también para tratar al compañero sexual.
- Vaginosis bacteriana: producida por varias bacterias y se caracteriza por un flujo abundante y de color gris, con un marcado olor a pescado; se trata con antibióticos.
- Vulvovaginitis atrófica: se da en mujeres postmenopáusicas por atrofia genital por la falta de estrógenos.
- Vulvovaginitis irritativa: producida por el usos de duchas vaginales, tampones,etc.
- Condilomas. Se trata de unas verrugas en la zona genital causadas por el virus del papiloma humano, su tratamiento es tópico, aplicando una sustancia que las quema o bien mediante nitrógenos líquido o el laser.
- Bartholinitis: infección de la glándula de Bartholino, situada a ambos lados de la vagina, y que provoca la obstrucción de su conducto, apareciendo un absceso (acumulación de pus) doloroso, y que requiere una actuación quirúrgica. Se trata con antibióticos
- Cervicitis: Inflamación del cuello del útero, producida generalmente por gérmenes patógenos, y que se manifiesta por la abundancia de flujo vaginal. Siendo uno de los causantes más peligrosos del virus de papiloma humano (VPH), y que da a lugar a la neoplasia intraepitelial, precursora del cáncer de cuello uterino. No tiene síntomas y solamente se puede diagnosticar mediante una citología. Existe una vacuna contra el VPH, pero una vez que se produce la infección y provoca lesiones malignas, el único tratamiento es quirúrgico.
- Photo by Christopher Campbell on Unsplash
0 Comentarios