En Argentina el aborto está penalizado, salvo en dos excepciones que recoge el artículo 86 del Código Penal, y que se refieren a que exista un peligro para la vida o la salud de la madre, siempre que este peligro no pueda ser evitado por otros medios, o bien si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. Ello abliga a las mujeres a recurrir a circuitos ilegales para interrumpir su embarazo o bien a tener que pasar por una serie de entrevistas y reconocimientos de médicos, psicólogos, trabajadores sociales ect, que después de hacerla pasar por situaciones violentas, someterla a interrogatorios, vejaciones y hasta maltratos, interpretarán y decidiran si su caso se encuentra dentro de los supuestos despenalizados.
Así, como forma de resistencia a esta violencia institucional y como espacio al que pueda acudir las mujeres que cada día pasan por el problema de abortar en un país que les niega ese derecho, surge "Socorristas en Red", como una articulación para ayudar a que las mujeres que deseen interrumpir su embarazo lo puedan hacer en condiciones de respeto y no violencia, así como para que lo hagan de una manera segura. Su trabajo no es sólo acompañar a cada mujer que se acerque, sino también ayudarles a sortear las situaciones de vulneración de su integridad y la violencia institucional.
Socorristas en Red, mientras tanto, también lucha por la legalización del aborto, como un instrumento jurídico que reconozca a la mujer la capacidad de decidir sobre su propio cuerpo, y que respete su autonomía personal, sin que las decisiones sobre su propia vida sean impuestas por otros, en base a sus criterios personales.
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