¿Qué es la vasectomía?

La vasectomía es una cirugía sencilla ambulatoria, consiste en llevar a cabo dos incisiones pequeñas en el escroto para poder acceder a los conductos deferentes.

Después se ligan, y cortan para que los espermatozoides queden en los testículos y no llegan al semen, evitando así, un embarazo no deseado.

Mitos sobre la vasectomía 

Después de la vasectomía, ¿disminuye el deseo sexual?

No. La vasectomía no afecta a la líbido y no se notan cambios en el líquido seminal eyaculado.

¿Cambia la eyaculación? 

No. Será igual que antes. Los cambios solo se ven bajo un microscopio en laboratorio.

¿Afecta los niveles de testosterona y las erecciones? No, tampoco a la erección ni a las hormonas.

Con la vasectomía se extirpan los testículos. 

Absolutamente mentira, solo se corta el conducto deferente.

Revertir la vasectomía

Casi todas las vasectomías pueden revertirse, aunque esto no garantiza el éxito de embarazo. La reversión de la vasectomía puede realizarse aunque hayan pasado varios años desde la operación original, pero, hay que tener en cuenta que cuanto más tiempo haya pasado, menos posibilidades habrá de que la reversión tenga éxito.

Salud sexual reproductiva compartido 

 Es fundamental que se empiece a dialogar sobre la salud sexual reproductiva y que no sea solo la mujer la encargada de la protección anticonceptiva para dejar de naturalizar y normalizar esto.

Empezar a debatir cómo cuidarse en una pareja y hacerse la pregunta acerca de la posibilidad de tener hijos o no es dar un paso hacia la igualdad. Desde siempre, han sido las mujeres encargadas de consultar al ginecólogo, de averiguar los distintos anticonceptivos poniendo el cuerpo y asumiendo su carga.

Hay que recordar que el hombre que tiene una vasectomía tiene que seguir protegiendo con el condón, porque no está exento del contagio de Infecciones de transmisión sexual. La vasectomía solo evitaría el embarazo.