Con anterioridad a la reforma en 2015 de la ley del aborto, las chicas entres 16 y 18 años que querían abortar, no necesitaban el consentimiento de sus padres, si bien debían informarles de su decisión, salvo que alegasen coacciones, violencia familiar o malos tratos.
Sin embargo, tras dicha reforma, todas las chicas menores de 18 años sólo pueden abortar con el consentimiento expreso de los padres o tutores legales, que además deberán acompañarla en todo el proceso de la interrupción del embarazo. Existen casos en que ambos progenitores no pueden acompañar a la menor por eso padre/ madre puede hacer representación única legal o con el consentimiento de uno hacia el otro progenitor.
Por eso es importante que sepas como comunicarles tu decisión de abortar. Si no sabe cómo hacerlo, puedes acudir a una Clínica de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) para que te orienten, e incluso la trabajadora social puede servir de mediador con tus padres o tutores.
Una vez tomada la decisión, se puede abortar por la Seguridad Social o por lo privado. Para poder abortar por la Seguridad Social se exige ser española, o extranjera con etancia legal el España y tarjeta sanitaria. Si no se cumplen estos requisitos la trabajadora social de Sergine Médica te ayudará a tramitarlo para que la interrupción del embarazo no tenga ningún coste para ti y ningún tipo de obstáculo, aún en el caso de que solo tuvieras pasaporte u otra situación irregular. Debes acudir directamente a nuestra clínica legal para la Interrupción Del Embarazo (IVE). Estamos acreditados para ello en la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid.
Deberás pedir cita directamente al teléfono 915179670, nuestros profesionales revisarán tu historial clínico y examinarán tu estado gestacional, y de los pasos a seguir.
Las competencias sanitarias estándescentralizadas en cada Comunidad Autónoma por ello la Comunidad de Madrid es una de las pocas Comunidades que exige que la menor deba ir acompañada de los dos progenitores, ya que ambos deberán firmar el consentimiento, requisito que a veces, debido a las distintas situaciones familiares que puedan darse, es dificil de cumplir. En otras regiones, basta con el consentimiento de uno de los dos progenitores.
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