Se denomina así al procedimiento por el que el ginecólogo, mediante el uso de una lente de aumento llamada colposcopio, examina el cuello uterino y las paredes vaginales de la mujer con el objetivo de detectar posibles lesiones precancerosas.
Este método es recomendable en mujeres con un resultado de papanicolaou anormal, así como para controlar pacientes con antescedentes cancerígenos, o como paso previo a una operación de útero.
Para someterse a una colposcopía no se requiere una preparación especial. Simplemente se recomienda el no tener relaciones sexuales desde 24 horas antes, y no realizar duchas o lavados vaginales.
Su duración suele ser entre 15 y 30 minutos y en su transcurso el ginecólogo, si observa cualquier anormalidad, puede tomar algún trozo de tejido (biopsia) para su posterior análisis en el laboratorio. Este acto puede ocasionar un pequeño pinchazo y a veces un leve sangrado.
Con posterioridad a la realización de una colposcopia, el médico puede recomendarle no tener relciones sexuales mientras el cuello uterino se recupera que, en general, será en un tiempo breve
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