La esterilización femenina (salpingectomía) es una operación sencilla que se realiza mediante una pequeña incisión en la zona baja del abdomen, y sin necesidad de hospitalización, aunque la paciente deberá guardar reposo durante las veinticuatro horas y seguirá una dieta especial en los días siguientes. También se puede efectuar al realizar otra operación, como una cesárea, por ejemplo, siendo uno de los métodos más utilizados por su fiabilidad para evitar el embarazo de forma permanente.
La técnica es sencilla: como quiera que la unión del espermatozoide y el óvulo se produce en las llamadas trompas de Falopio o trompas uterinas, si se cortan éstas, será imposible la fecundación a partir de ese momento.
Se trata de una cirugía segura, en el sentido de que rara vez surgen complicaciones postoperatorias. No obstante, las personas que tengan problemas con la anestesia, o sufran del corazón, por ejemplo, deben meditar si resulta conveniente acudir a esta cirugía.
Como ventajas cabe señalar, aparte de su altísima eficacia, la comodidad, ya que una vez realizada la operación, la mujer se desentiende de la contracepción, y no requiere ningún mantenimiento posterior.
Como desventaja, se puede mencionar, que en la mayoría de las pacientes resulta irreversible; así como el hecho de que al requerir una intervención quirúrgica ello pueda generar cierto temor. Por supuesto, tampoco protege contra las enfermedades de transmisión sexual.
En cuanto al reinicio de la vida sexual tras la operación, lo normal es esperar entre siete y quince días, dependiendo de la capacidad de cicatrización y recuperación de tejidos de cada paciente. Pasado ese tiempo, la paciente no tiene que sentir molestia alguna en su actividad sexual como consecuencia de la cirugía.
¿Es la esterilización femenina un método anticonceptivo eficaz y adecuado?
Sí, pero será tu ginecólogo quien te aconseje, si este procedimiento es adecuado para tí.
0 Comentarios