Una de las principales causas de sequedad vaginal son los cambios hormonales. Este es un problema muy común en la menopausia, debido al cese de la función ovárica, los niveles de estrógenos disminuyen de forma considerada.
Sin embargo existen otros factores que pueden desencadenar la disminución de estrógenos y por ello la sequedad vaginal. Entre ellos, están algunos medicamentos hormonales como pastillas anticonceptivas o fármacos que se emplean en el tratamiento de cáncer de ovarios, de útero o de mama. Así mismo, se ha señalado que algunos antidepresivos, antiulcerosos o antihipertensivos, pueden tener la sequedad vaginal entre sus efectos secundarios.
Determinados microorganismos infecciosos como cándidas, clamidias o estreptococos también son responsables de alterar los fluidos vaginales.
Los síntomas más frecuentes de la sequedad vaginal son picor, ardor y comezón alrededor de la abertura de la vagina e incluso en el interior de la misma; molestias al orinar pudiendo producirse infecciones urinarias recurrentes.
La falta de lubricación puede provocar mayor propensión a infecciones. La vagina debe tener determinado grado de humedad para mantener la integridad del epitelio que la recubre pues esta brinda una condición de acidez necesaria para que se desarrollen defensas naturales que eviten las infecciones por gérmenes y bacterias.
La sequedad vaginal es la principal causa de la disminución del apetito sexual en las mujeres, es incómoda, irritante y hace que el sexo sea doloroso o desagradable, reduciendo considerablemente el apetito sexual.
Para combatirla recomendamos mantener una higiene adecuada, incrementar la ingesta de agua y utilizar lubricantes o cremas humectantes vaginales. Los productos con base hídrica ayudan a humectar la vagina y disminuyen las lesiones vaginales.
El tratamiento depende del caso específico de cada mujer, la terapia de reemplazo hormonal puede ser la mejor opción, por supuesto siempre administrada por personal médico.
Lo más importante es diagnosticar las causas de este problema para recibir el tratamiento adecuado.
Es de vital importancia consultar con el especialista.
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