Prepárate para cuando tus hijos te hagan preguntas sobre temas sexuales, y no cometas el error de decirles que a los niños los trae la cigueña de París, o respuestas por el estilo.
Tampoco es necesario que les demos respuestas en el acto si en su momento no sabemos cómo hacerlo. Podemos consultar algún manual que nos ayude sobre la cuestión que nos plantee nuestro hijo, por ejemplo, y que nos ayude a darle una respuesta sencilla, adaptada a su edad y madurez.
Debemos interiorizar que el sexo es algo natural, por lo que no nos debe dar verguenza. Debemos contribuir a que nuestros hijos no vean el sexo como un tabú. Esto les ayudará a que confien en nosotros, y sientan que nos pueden hacer todo tipo de preguntas, sin miedo a que nos enfademos con ellos o nos escandalicemos.
Todo esto nos traéra sino consecuencias positivas para nuestros hijos y nuestra relación con ello. Así el ver sexo como algo natural y no pecaminoso hará que crezcan sin traumas en estos temas.
Por otra parte, cuando crezcan nos será más fácil tratar con ellos estos temas sexuales más serios, y podremos advertirles también de los riesgos que existe en el sexo.
Finalmente, si lo hemos hecho bien durante sus años de crecimiento, y algún día tienen un problema serio, en la cuestión sexual, o en otras cuestiones, sabrán que pueden acudir a nosotros sin temor, y que estaremos siempre para ayudarles, no para que se sientan culpables.
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